Se trata de una fobia que supone un importante miedo a conducir un vehículo y es mucho más habitual de lo que se pueda pensar. Es un miedo irracional que se manifiesta con síntomas de ansiedad, pudiendo llegar a ser incapacitantes, de manera que, algunas personas, llegan a dejar de conducir. Los síntomas que se presentan pueden ir desde los temblores, la sudoración, rigidez muscular, taquicardia y otros síntomas físicos; también sentimientos intensos de miedo o pensamientos de “nos soy capaz de seguir”.
En muchos casos, está relacionado con la conducción en un determinado tipo de vías, frecuentemente en autopistas o autovías, incluso se puede dar en trayectos que son conocidos y habituales para la persona que los realiza.
Aunque este trastorno lo padecen por igual mujeres y hombres, existe una mayor frecuencia en mujeres y, resulta especialmente llamativo que sean las mujeres las que llegan a dejar de conducir con mayor frecuencia que los hombres.
Se trata de un problema más frecuente de lo que se cree, aunque tiende a expresarse poco y a consultarse menos con los profesionales especializados en resolverlo, que somos los profesionales de la psicología. Algunas personas lo perciben como una debilidad o casi como una tontería que puede desaparecer por sí sola. En algunos casos, se puede presentar como consecuencia de un episodio percibido como peligroso o traumático, que puede haber sido real o no; en otros casos, aparece de forma repentina sin relación ninguna con un suceso considerado peligroso.
El primer paso para resolverlo es reconocerlo y admitirlo, sin culpabilidad y sin autocrítica. A continuación, es necesario abordarlo con terapia y atendiendo a las particularidades que cada persona pueda expresar, ya que hay personas que lo pasan peor cuando van solas al volante, otras no pueden ir acompañadas y también hay quien lo pasa mal según las circunstancias climatológicas o si se trata de conducir por la noche.
La buena noticia es que se trata de una fobia que se puede resolver y, por tanto, es posible volver a recuperar la confianza y la seguridad al volante. Si este es tu caso, o el de alguna persona conocida, no dudes en consultar tu situación y apostar por resolverla.
Catalina Fuster.
Psicóloga y Coach