Vamos a exponer algunas situaciones cotidianas que viven muchas chicas en relaciones de pareja “normales” y que sería bueno que pusiéramos sobre la mesa como tema de reflexión porque se basan en prejuicios de género.
Chica y chico se conocen, se gustan, empiezan a verse a menudo, cada uno piensa sobre si quiere o no empezar una nueva relación en este momento de su vida (cada cual viene de relaciones anteriores con sus aciertos y sus miserias), empiezan a tener sexo, les gusta estar juntos pero no terminan de comprometerse con el otro. Pasa el tiempo y se dejan llevar a ver qué tal les va en una relación. Y empiezan las preguntas …
¿Tiene el mismo valor si es una chica la que ha estado con varios chicos antes, que si es el chico el más experimentado en las relaciones? Definitivamente no.
Si el chico es quien ha tenido más experiencia, la chica está programadapara entenderlo, aceptarlo o, incluso, sentirse afortunada porque esta experiencia va a ser positiva para la relación. Lo normaliza y no pasa nada en más o menos tiempo. Busca los aspectos positivos y se centra en lo que más le gusta del chico. (Puede llegar a sentirse afortunada).
Si es la chica la que ha tenido más experiencia, la situación es distinta. El chico empezará a mostrar sus inseguridades, a sentirse frustrado o comparado, a buscar motivos y porqués que expliquen que ella haya estado con “tantos” chicos. La inseguridad del chico permanece y, poco a poco, va cambiando el juicio de valor que la chica ha hecho de su propio pasado, ahora se siente culpable y su culpa sirve para justificar las inseguridades de él. El chico no siente la responsabilidad de hacer algo para cambiar su percepción y normalizar la situación, va a su ritmo, intenta superarlo. (Puede llegar a sentirse víctima).
Esta situación es real y no es un caso aislado, hay diferentes varas de medir en comportamientos similares según los lleve a cabo una mujer o un hombre y esta diferencia puede acabar marcando las relaciones normales.
Lo curioso del asunto es que, en el plano racional, ninguna persona del ejemplo que exponemos es consciente de estas diferencias, seguramente el chico no se considera machista (y probablemente no actúa como tal) y la chica tampoco; pero él no puede evitar sentirse inseguro y ella acaba cayendo en la trampa de la culpa. Ambos están sometidos a mandatos de género que han aprendido desde que nacieron.
La evolución del asunto es incierta, aunque existen más probabilidades de que la relación siga adelante cuando es el chico el más experimentado que cuando es ella. Y también que, si sigue adelante, sea una relación de mejor calidad en el primer caso que en el segundo.
El segundo caso requiere de la valentía para respetar absolutamente a la otra persona en su totalidad. Requiere que se centren en lo que pueden construir juntos, en lo especial que tiene cada acción conjunta (en el sexo) porque lo especial está en ellos, no en que “eso” lo hicieras antes con alguien que no era yo . Aunque suene absurdo, da igual si antes te comiste una pizza con otro tío en un restaurante guay; si lo vuelves a hacer ahora, se podrá convertir en un momento especial porque tendrá muchas cosas distintas (los protagonistas fundamentalmente), pero no ocurre igual si se trata de sexo, eso es diferente.
Me gustaría que esas chicas “experimentadas” sean capaces de sentirse bien, normal, libres y sobretodo no culpables de nada (aunque algunas decisiones las tomarían ahora de otra manera, eso es lo que da la madurez). Me gustaría que ellas fueran capaces de ser las primeras que respeten su pasado porque ellas son las únicas que tienen derecho a juzgarlo.
Me gustaría que esos chicos fueran capaces de reflexionar y entender que la inseguridad es algo que se supera, que le sucede a mucha gente y que se trata de aprender a confiar en uno mismo, sin compararse con nadie y dando valor a lo que cada cual es y puede llegar a ser. También que fueran capaces de valorar a esa chica con la que han decidido tener una relación, no solo por su experiencia sexual, no solo por el número de personas con quienes han tenido sexo sino por sus cualidades en conjunto, que no las sometan a la trampa de que “sean sinceras” en lo que vayan a contar, si eso va a contaminar la relación, mejor no hurgar en ello.
Todas las personas tienen un pasado, pero solo las que son responsables, aprenden de él y construyen el futuro.
Catalina Fuster
Psicóloga
Este artículo me ha ayudado a ver muchas cosas. Gracias por compartir tan valiosa información. Eh encontrado respuestas que en mi caso son indispensables.