Ya está aquí, ya es Nochebuena y mañana Navidad. Tal vez un día ajetreado, de prisas, compras de última hora, preparar comida para tantos, … o quizás un día más sosegado, en casa, con música, preparando una comida o una cena distinta, acogedora. Son solo algunas opciones entre las muchas que se pueden dar hoy ¿Qué plan tienes esta Nochebuena? ¿Es el plan que te gusta, el que has elegido? Ya decíamos la semana pasada que las fiestas navideñas pueden ser un foco de ansiedad, de malestar y de agobios que, algunas personas, sufren sin disfrutar.
En algunas familias se repiten tradiciones y costumbres que han comenzado ni se sabe cuando, pero que se mantienen, a pesar de que, los participantes de ellas, estarían dispuestos a cambiarlas. En ocasiones, no se trata este asunto, no se habla desde la tranquilidad, ni siquiera se pregunta a los demás si están satisfechos con lo que hacemos y si quieren mantenerlo y continuar con lo mismo. ¿Crees que sabes la respuesta que tendrías si preguntases a las personas con quienes os reunís, si quieren continuar con la misma costumbre? Las tradiciones tienen un principio, pero a veces, cuesta mucho que tengan un final, a pesar de que sería deseado por muchos. Las personas tenemos tendencia a repetir conductas, pero esa repetición está justificada cuando esa conducta genera bienestar y resulta agradable; cuando no es así, lo adecuado es dejar de repetirla, es permitir que se extinga. Es posible que, después de las Fiestas hayas pensado alguna vez: “el año que viene cambiamos esto” o “ya no vuelvo a hacer …” Y cuando llega el año que viene, no cambias, no dejas de hacer …
A estas alturas del día, quizás ya tienes todo organizado y los planes están cerrados, si es así, te propongo un reto: cambia algo esta Nochebuena, experimenta que cambiar es posible y que no se trata solo de grandes cambios. Tal vez algo del menú, en caso de que sea costumbre repetir todos los años; quizás la forma de sentaros alrededor de la mesa; tal vez algunas de las conversaciones que se vienen repitiendo, … Tu sabes lo que te gustaría cambiar en tu celebración, sabes lo que podría suponer una diferencia con respecto a otros años, y estás pensando en hacerlo. Elige cuál va a ser tu nueva tradición para Nochebuena o para Navidad. Haz lo que quieres hacer y sabes que depende de ti. ¿qué es lo peor que puede pasar si lo haces? Interesante respuesta.
Las ideas que se te ocurran tendrán ventajas e inconvenientes, pero no te sirve de nada anticipar cuál será el resultado porque, hasta que no lo lleves a cabo, no podrás tener la certeza de que sea ese u otro distinto. Es curioso cómo se manejan las decisiones que se toman por parte de algunas personas: la valoración de si ha sido una buena o mala decisión, se hace según el resultado, o lo que es lo mismo, según una situación de futuro que no se conoce en el momento de tomar la decisión. Cualquier persona en uso de su juicio racional se daría cuenta de que eso es una trampa, de que no se puede valorar el futuro porque no ha ocurrido todavía.
Así pues, vuelve a tu presente, a hoy, a vivir lo que tienes por delante y a sentir lo que has decidido. ¿Aceptas el reto? ¿te atreves a comenzar una nueva tradición? Feliz día y Feliz Navidad …. Nueva.
catalinafuster.com
Psicóloga y Coach