La posición del lector o la lectora de estos artículos suele ser una posición más o menos pasiva. Semana tras semana, nos encontramos de forma anónima en una cafetería, en la biblioteca, en la oficina, tras la pantalla del ordenador, o en vaya usted a saber qué sitio que cada cual elige para leer el periódico, y compartimos una reflexión que pretende aportar alguna idea nueva, una visión diferente o una búsqueda de todo lo contrario, entre otras muchas posibilidades.
Esta vez va a ser distinto. Hoy se trata de algo diferente, porque te voy a hacer preguntas (¿puedo tutearte?), muchas preguntas, de las cuales, tú tienes las respuestas. Esto requiere una condición, un pequeño o gran compromiso que, tal vez no estés dispuesto o dispuesta a contraer, quién sabe. Se trata de que te comprometas a dejar que las preguntas te lleguen, las pienses y las respondas de una forma meditada y pensada. El nivel de reflexión y de profundidad en las respuestas solo depende de ti, yo no lo voy a saber. Esto puede llevarte por caminos interesantes, nuevos, peligrosos, retadores, y muchas opciones más. ¿Te atreves?
Vamos a comenzar:
¿Qué tal estás, en el más amplio sentido?
¿Eres feliz?
¿Te gusta la vida que llevas?
¿Qué es lo que más te gusta de tu vida?
¿Con qué cosas disfrutas?
¿Qué significa para ti ser feliz?
¿Qué te gustaría cambiar de tu vida?
¿Puedes describirlo de forma más concreta?
¿Qué te impide cambiarlo?
Y entonces, ¿qué vas a hacer al respecto?
¿Qué necesitas para tomar una decisión?
¿Qué estás dispuesto/a a hacer?
¿Qué quieres conseguir primero?
¿Qué puedes hacer para que esto suceda?
¿Cómo te ves al respecto dentro de seis meses?
¿Cuál va a ser tu primera acción? ¿y la segunda? ¿y la tercera?
¿Qué vas a hacer para sentirte mejor?
¿Cuándo vas a empezar?
¿Cuánto te comprometes a hacerlo? (valóralo con un número del 1 al 10)
¿Cuántas veces estás dispuesto/a a intentarlo?
Tu plan de vida, tus cambios, están en marcha. Ahora depende de ti.
catalinafuster.com
Psicóloga y Coach