¿Qué tal estás hoy? ¿Cuánto tiempo hace que no te has parado a pensar en las cosas que te satisfacen en tu vida? ¿Sabes qué es para ti la felicidad y qué cosas te la proporcionan? Bueno, reconozco que esto es entrar un poco “a saco”, se podría considerar así, verdad?. Tal vez necesitas tomar aire, parar un instante la lectura y pensar en las respuestas a estas preguntas. Quizás hace tiempo que estás inmerso o inmersa en la inercia cotidiana y no te has permitido dedicar unos minutos a pensar en cómo te sientes con las cosas que tienes a tu alrededor.
La mayoría de las personas hacemos y tenemos cosas que nos gustan y otras que no tanto, estas últimas las solemos considerar obligaciones, condicionantes de los que no nos podemos o no nos queremos deshacer, y que nos llevan a cumplir con algún cometido. Pero también tenemos que hacer y sentir satisfacción por otras cosas de las que hay a nuestro alrededor y que forman parte de nuestra vida y de nosotros mismos. ¿Cuáles son esas cosas que te satisfacen? Si eres capaz de hacer una lista (de seis o más) de estas cosas, te felicito y te sugiero que las sigas cuidando y ocupándote de ellas; probablemente estás haciendo lo que quieres y lo que te sirve para sentirte bien. Si, por el contrario te está resultando complicado hacer una lista, tal vez sea porque estás descuidando tu propio bienestar y estás dejando que la rutina, las obligaciones y los “no me queda más remedio”, ocupen más espacio del que realmente necesitas.
Todas las personas tenemos derecho a cambiar aquello que no nos satisface, entre otras razones, porque cada uno de nosotros somos los únicos responsables de nuestra felicidad. Seguramente estás pensando que no es tan fácil, nadie ha dicho que lo sea, pero eso tampoco tiene que convertirse en la excusa para no intentarlo. ¿Sabes qué cosas tendrías que cambiar para mejorar tu satisfacción? Eso es lo primero que hay que responder. En ocasiones, las personas piensan en cambios radicales y, por ende, los consideran imposibles; llegando a la conclusión que no hago nada y me quedo como estoy. Pero no necesariamente hay que ir a por el todo de buenas a primeras. Seguramente hay cosas relativamente sencillas que pueden contribuir a sentirte más satisfecho o satisfecha sin que sean un giro radical. ¿Se te ocurre alguna? Tal vez ese cambio que no terminas de afrontar o de consolidar y que intentas a ratos. Tiene que ser algo que dependa de ti, no valen cosas que pretendas que hagan otros porque eso no lo puedes controlar.
Quizás ha aparecido ahora el miedo, un incómodo compañero, que además no ha sido invitado, cualquier cambio puede llevar asociado miedo a equivocarte, a no conseguir eso que te propones. Y si te preguntas ¿para qué te sirve el miedo a perder algo que todavía no tienes? Esta pregunta puede resultar clave para que decidas intentarlo, ya que una de las formas de controlar el miedo es llevarlo a un argumento racional, y, en ocasiones, nos asusta perder cosas que todavía no hemos logrado, lo cual, de racional tiene poco.
Quizás acabas de poner patas arriba una parte de tu supuesto equilibrio, y tal vez lo tengas que volver a colocar. Espero que esta colocación te permita aumentar tu satisfacción y disfrutar un poco más de tu vida. Recuerda que solo tienes una y es toda tuya.
catalinafuster.com
Psicóloga y Coach