¡Feliz Año Nuevo!. Hoy es el primer día de un año que llega, tal vez, más cargado que nunca de necesidades de cambio, de deseos de mejora y de propósitos para hacer cosas distintas. Hoy es un día en el que parece que tienen que cambiar muchas cosas, y tal vez sea así, pero, de entrada, ha amanecido como un día más, con más o menos frío, con más o menos humedad, con más o menos ilusión. Y tal vez ese detalle sí sea más importante que otros. Quizás la ilusión y el convencimiento de que las cosas van a ser diferentes, sea algo que empuje a que lo vayan a ser. Podemos tener la sensación de que estamos cansados, de que lo hemos intentado todo, o de que no deja de ser un año más el que se presenta ante nosotros, que volverá a ser medio bueno y medio malo. Pero si disponemos de ilusión, es posible que los propósitos que vayamos a emprender estén algo más cuidados, algo más trabajados y algo más preparados para prosperar, que si lo intentamos desde el desánimo y la falta de convencimiento.
Ah!!! Pero se trata del futuro, hasta hace pocos días 2014 era ese futuro hacia el que algunos proyectaban diferentes cosas. Y ¿de qué forma se hacían esos proyectos? ¿De qué manera proyectas tu futuro? ¿Te has preguntado cómo quieres que sea tu futuro y qué puedes hacer para que sea así como quieres? Bueno, responder adecuadamente a esta pregunta lleva un rato de trabajo y de reflexión. En primer lugar, porque, a veces, queremos que nuestro futuro sea bueno, agradable y cosas parecidas. Eso son conceptos abstractos, generales, a los que les falta llevarlos a nuestro mundo concreto; les falta concreción y especificidad. ¿Qué es para ti bueno y agradable? ¿Eres capaz de definir tres características o necesidades concretas y realistas que harían que tu futuro fuera bueno y agradable para ti? Bien, si ya lo tienes, si te has decidido ahora hay que ver qué puedes hacer tu para conseguir que esas cosas concretas se conviertan en realidad.
Empieza por lo que te parezca más sencillo, aprende de la información que vayas obteniendo, ajusta mejor tus acciones para conseguir mejorar los resultados, felicítate por todo lo que te salga bien, por pequeño que sea. Recuérdate que, si insistes lo suficiente, aumentas la posibilidad de conseguirlo. Trabaja por ti y para ti, tu eres el más interesado en el éxito de este propósito. También es importante que controles el ritmo, ya que no se trata de querer conseguirlo todo en poco tiempo, habrá que ser capaz de dejarse el tiempo necesario y controlar la impaciencia. Por eso es adecuado saber reconocer los pasos y los resultados intermedios. No te quedes en el todo a nada, ya que los logros intermedios pueden ser igualmente motivadores e interesantes.
El futuro ya ha llegado y si tu quieres, puede ser un futuro distinto. No hagas lo que haces siempre, no te propongas toda esa cantidad de cosas que, en realidad, no te interesa hacer y no tienes intención de hacer. No dejes que esos propósitos generales te vuelvan a dejar con la sensación de fracaso y de “total para qué …. por mucho que lo intento, no lo consigo”. No te impongas cosas que no desees con muchas ganas y con mucha ilusión. Para que 2014 pueda ser un año distinto, tu tienes que hacer que sea distinto y, tal vez, empezando por pensar de forma distinta y haciéndote propósitos distintos. ¿Te atreves?
catalinafuster.com
Psicóloga y Coach