A algunos les suena esta frase como el título de una vieja canción, en la que se describía una historia de separación en una pareja que había vivido un amor de verano. Algo de eso hay en la sensación que nos aparece a finales de agosto, cuando el calor ya comienza a darnos alguna tregua, aunque sea muy suave, cuando ya estamos algo cansados de piscina y cuando aparece septiembre con intención de devolvernos a las rutinas del otoño y del invierno. Para algunas personas supone un alivio volver al orden, a los horarios organizados y a las cosas con cierto control. Para otras es una lástima perder esa sensación de relax veraniego, de tiempo de terrazas y de ir con menos prisas. Sea como sea hay que adaptarse a este nuevo momento y activar nuevos mecanismos para emprender con fuerza el nuevo período.
Y quizás alguien se pregunte de dónde sacar el ánimo o la motivación para seguir tirando, con la idea de que los próximos meses vayan a traer ese cambio que cada uno está esperando. La estabilidad, la felicidad, el bienestar, tal vez son las palabras que se utilizan para describir ese estado deseado que no se ha conseguido todavía. Llegados a este punto, vamos a ponernos las pilas, a mirar hacia delante y a encarar septiembre con determinación.
¿Podrías concretar más tu deseo? No es lo mismo un deseo, una ilusión de que algo aparezca, que un objetivo, una meta que se quiere conseguir y para la que hay que ponerse a trabajar. Hay que diferenciarlo; inténtalo, define de manera clara y sencilla lo que quieres que te ocurra en los próximos meses. Sé realista, piensa en lo que realmente tú quieres conseguir, sé lo más concreto posible y date un tiempo real, un plazo, para llegar a ello. ¿lo tienes? Ahora el siguiente paso, ¿qué necesitas para lograr tu meta? Define lo que te hace falta, recopila toda la información que necesites, habla con quien tengas que hablar, pon un orden necesario en esas tareas e incluye alguna más que sea concreta y específica para avanzar. Y todo esto póntelo por escrito en una libreta, así podrás revisarlo y ajustar tus tareas sin que se te olvide nada y viendo como avanzas desde la primera idea que has tenido.
¿Qué tal vas? Sigue faltando algo, verdad? Tienes que comprometerte, si quieres, con todas estas tareas y actividades, repartirlas en los días que te hagan falta a lo largo de la semana y, si es necesario, repetirlas e insistir más veces hasta conseguir un resultado que te permita avanzar al paso siguiente. No olvides reconocerte y felicitarte tus logros, los pequeños éxitos que vas consiguiendo y que te ayudan a seguir adelante con fuerza y con determinación. También es importante que aprendas de cada cosa que te ocurre, incluso de lo que consideres errores, porque ellos te permitirán ajustar el siguiente paso a dar y a definir mejor tu objetivo, si fuera necesario.
Si quieres que te ocurra algo distinto, algo nuevo, tienes que trabajar por ello y para ello, el verano está terminando, el otoño nos devuelve a esos meses de actividad diferente que pueden ser una oportunidad para insistir en la ardua tarea de conseguir lo que quieres o lo que necesitas. Los meses van a pasar de todos modos y de ti depende aprovecharlos o verlos transcurrir de manera pasiva, ¿qué eliges?
catalinafuster.com
Psicóloga y Coach