Hoy dedicamos estas líneas a los estudiantes que esta semana retoman su labor, en caso de que hayan podido descansar algo durante la Semana Santa, y que tienen por delante unas semanas que pueden ser decisivas para el futuro del curso que viene. Algunos chicos y chicas están haciendo sus cábalas para ver cuántas asignaturas les quedan pendientes de un hilo y que pueden provocar seguir adelante con un nuevo curso o quedarse en el camino; en otros casos hay personas que están haciendo las cuentas de qué notas necesitan para llegar a una media y así mejorar sus opciones de acceso a nuevos ciclos; y el caso especial de aquellos y aquellas que tendrán la oportunidad de acudir a selectividad como puerta de entrada a la universidad.
Sin duda hay un gran abanico de situaciones que hemos intentado resumir aquí; aunque de lo que se trata es de ver qué cosas pueden resultar de ayuda para lograr el objetivo que los jóvenes persiguen. Precisamente esa es la primera cuestión relevante, ¿saben ellos y ellas lo que quieren conseguir? Es fundamental que sean capaces de definir cuál es su intención, su interés, su verdadera meta. Y no la meta de otros, o lo que los demás les dicen que es importante que hagan. Cuando se trata de dar ese empujón y de aumentar el esfuerzo y las horas de dedicación y trabajo, hay que tener muy claro el objetivo y lo que ese objetivo puede suponer para el futuro de cada estudiante.
El siguiente paso es tener en cuenta el tiempo que queda por delante y la cantidad de tareas, temas y cuestiones que hay que atender. Es importante que se distribuya el tiempo de forma efectiva, decidiendo lo que es más importante trabajar y lo que puede dar mejores resultados. A veces, el objetivo no tiene que ser llegar a todo, en caso de que eso no sea posible, sino llegar a lo mejor que cada cual sea capaz de dar. Se trataría de recordar algún momento en el que hayas tenido que esforzarte por algo que realmente querías conseguir, por algo que verdaderamente valía la pena. Cuando se recuerda un hecho así, se consigue sacar fuerza, motivación, y lo más importante, creer en uno mismo.
Recuerda que lo fundamental es la superación propia, la confianza, la autoestima y la importancia de la meta que se quiere conseguir. Esa meta, si verdaderamente es importante, no tiene porqué caducar ante este intento, si lo que persigues es importante, encontrarás la forma de llegar a ello, a pesar de que el camino sea algo más largo de recorrer de lo que, en principio, estaba previsto.
No olvides que es fundamental que recuerdes el porqué es importante para ti llegar a tu objetivo, qué es lo que esto te permitirá lograr después, cómo tienes que organizarte y motivarte y qué acciones, tareas, trabajos tienes que hacer cada día. El trabajo diario, el logro pequeño con el correspondiente reconocimiento, es lo que permite seguir adelante y mantener la intensidad y el compromiso. Es tu responsabilidad, es tu objetivo y será tu mérito todo lo que logres para superarte a ti mismo o a ti misma. No caigas en la trampa de pensar que no es posible, que no tienes tiempo suficiente. Hagas lo que hagas, consigas lo que consigas, si te permite mejorarte, habrá merecido la pena, ¿qué quieres hacer con esta oportunidad?
catalinafuster.com
Psicóloga y Coach